Uno de los impulsos primarios del hombre, es el hambre, a primera
vista diríamos que no hay cosa más banal, trivial y sin importancia
que el acto de comer. El acto de comer, según el judaísmo es uno
de los medios educativos por los cuales, nuestro pueblo llegará a su
objetivo declarado en le Monte Sinaí un día 06 de Sivan en el
año 2448 de la creación del mundo: "vosotros seréis
para mi un reino de sacerdotes, un pueblo santo".
El Kashrut como todas las leyes judías sirve al el propósito
de reforzar el autocontrol de cada judío y así leemos en el Midrash
Tanjuma, Shemini "La Mitzvot" (preceptos) en este caso el Kashrut
fueron dados solamente para entrenar a la gente pero ¿Qué le importa
a D-s la pureza o la impureza de los animales que comemos?... Está claro
entonces que las Mitzvot fueron dadas solamente con el propósito de modelar
a la gente.
Al sentarnos a comer una comida Kasher debemos recordar que el animal que estamos
comiendo es una criatura de D-s, que la caza como deporte está prohibida
y que somos responsables de lo que suceda con otras criaturas de D-s (humanos
y animales).
Como un ejemplo de esta gran preocupación, una corte
Rabínica en Boston declaró no Kasher a las uvas arrancadas por
trabajadores chicanos oprimidos.
El judaísmo sostiene que el acto de comer no es insignificante.
Es un acto más en el intento del hombre para sacrificar su vida.
La Torá sostiene que debemos educar nuestros instintos,
hace hincapié en el acto de comer diciendo que antes de realizarlo debemos
de averiguar que comemos, si es carne de animal puro o impuro, si fue faenado
por un "shojet" (Matarife) experto en la materia, si se le ha quitado
el sebo, el tendón de la cadera, y todos los otros tendones prohibidos
a causa de la sangre o del sebo; si no se presenta ningún elemento que
lo haga no apto (Taref) tales como un pulmón perforado, o un órgano
defectuoso, una fractura indebida, etc. Aún entonces para que la carne
pueda ser ingerida debe sumergirse en agua por media hora, salarla bien, dejarla
con sal una hora entera, enjuagarse luego tres veces y cumplir otras leyes que
están detalladas en el Shulján Aruj.
El Rabino Rabí Shimshon Rafael Hirsh, refiriéndose
las leyes dietéticas (Kashrut) escribe: La Torá misma expresa
el punto de vista de que la carne de animales prohibidos ejerce una influencia
nociva, sobre ese misterio que llamamos la personalidad humana. Por otra parte,
la Torá recomienda la observancia de las leyes dietéticas como
un medio positivo de auto santificación.
La esfera de la acción de las leyes dietéticas
no es solo el cuerpo humano, sino toda la personalidad del ser humano como una
entidad indivisible. Ello está en total consonancia con la concepción
fundamental del judaísmo que siempre se preocupa por la unidad de la
materia y el espíritu del cuerpo y del alma.
El Rabino Hirsh pregunta: ¿De qué modo puede
el alimento influir la vida espiritual del ser humano?
¿Cómo se puede explicar esta transición
del cuerpo al alma? Y contesta: Del punto de vista de la fisiología,
la pregunta acerca de que modo la alimentación puede influir sobre el
espíritu y el carácter, casi no plantea, además de la bien
conocida experiencia cotidiana de que las bebidas alcohólicas tiene un
efecto deletéreo no solo sobre el cuerpo sino sobre el espíritu
del ser humano, la filosofía del hombre; (Jorev 68). En otras palabras,
la dietética del cuerpo y la dietética espiritual están
"santos seréis, porque Yo, el Señor Vuestro D-s, soy Santo".
Y ahora ...... vamos a deleitarnos con la COCINA JUDIA .......