Mientras que la Parsha Shlaj- Leja describe la caída de los exploradores enviados por Moshe, nuestro Maestro, la Haftara, el capitulo del libro Iehoshua correspondiente a la Lectura de la semana nos retrata un gran triunfo.
La estrella principal se llama Rajav, una mujer muy hermosa, los Sabios dicen que era una de las cuatro mujeres mas bellas del mundo, en esos momentos tenía cincuenta años de edad.
¿Por qué se llamaba Rajav? Porque tenía un corazón amplio.
Rajav vivía en la muralla de Ierijo, era una mujer de la vida, fue concubina de los reyes de la región, por eso tenía conocimiento de todos los movimientos estratégicos de los pueblos de la zona. La noticia de la salida de Egipto de los israelitas, de su liberación de la esclavitud egipcia y los milagros que HaShem le hizo corrió como pólvora entre los distintos pueblos.
Rajav estaba llena de admiración hacia los hijos de Abraham, Itzjak y Iaakov, que se acercaban a la frontera de Kenaan, Eretz Israel, y pensó para sí. “Escuche que los israelitas odian la promiscuidad y la prostitución, ¡quiero pertenecer a ese pueblo!”
Estando frente a la ventana, en la muralla, ve a dos personas, son los dos exploradores que envío Ieoshua. “Ieoshua, hijo de Nun, envío en secreto dos hombres espías desde Shitim y les dijo. “Vayan y observen la región y la ciudad de Ierijo” (2:1).
Rajav escondió a Pinjas y Calev, los dos agentes secretos y les dijo: “Yo se que HaShem les ha entregado esta tierra. El pánico a Ustedes se ha apoderado de nosotros, todos los habitantes del país están aterrados por Ustedes pues hemos escuchado acerca de que HaShem secó las aguas del Mar Suf ante Uds. cuando salieron de Egipto”.
“… Cuando lo escuchamos se nos derritió el corazón (de miedo)…HaShem Elokim de Ustedes, El es Elokim arriba en el cielo y abajo en la tierra” (Ídem, 9-11).
Rajav pide a los espías que le juren por HaShem, que como fue benévola con ellos, por su parte serán humanos con su familia y los salvaran de la muerte. Calev y Pinjas les dijeron que si ella guardaba el secreto de su misión,” Nuestra vida responderá por ustedes Cuando HaShem nos entregue la Tierra, seremos bondadosos y fieles para contigo” (ídem, 14).
Rajav les pregunta: “Escuche que HaShem les entregó Su Torá, con preceptos y costumbres, ¿hay preceptos para las mujeres? – Seguro -, le contestaron, - la mujer debe separar la Jala, encender velas en Shabat y cuidar las leyes de la Pureza Matrimonial.
Rajav colocó sus manos sobre su cabeza, e irrumpe en llanto y exclama; “Señor del Mundo, peque ante Ti con las velas de Shabat, con la Jala y la Pureza Matrimonial, por favor perdóname por medio de la soga, de la ventana y la muralla”.
La soga, trenzada como la Jala de Shabat.
La ventana alumbra como las velas de Shabat
Y la muralla, es el cercado que separa al hombre de la mujer.
Ese fue el pecado mayor de Rajav que no supo guardar los límites entre el hombre y la mujer. Rajav sabe que cuando una mujer decide retornar al camino correcto, su regreso es consecuencia de un gran amor, aunque las murallas más fuertes se derrumben, también las murallas de Ierijo.
Los espías le ordenan: “Ata un hilo rojo en la ventana, cuando conquistemos el país, veremos el hilo y no te mataremos.”
Pasaron cuarenta años del momento en que los israelitas se adhirieron al informe negativo de la mayoría perdieron el ánimo y se alzaron en abierta rebelión, propusieron la elección de un líder para conducirlos de regreso a Egipto, rehusaron escuchar los renovados ruegos de Calev y Yehoshua, y amenazaron con apedrearlos.
Los hijos Israel fueron condenados a andar por el desierto durante cuarenta años, uno por cada día que los exploradores habían investigado el país, hasta que todos los mayores de veinte años (con excepción de Calev y Yehoshua) hubieran muerto. Entonces, los miembros de la nueva generación entrarían en la Tierra Prometida para ser testigos del cumplimiento de la promesa hecha por D-s.
Cuarenta años después vuelven .El hilo rojo flamea colgado de la ventana de Rajav, ella se salva. Yehoshua la toma por esposa, y nacen siete justos profetas. Midrash Ialkut Shimoni.
¿Como se llamo Rajav después de la conversión?
Tikvaot.
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